Fanfic ┃ En el pasado

**********************

Parejas: Kazu x Ryo
Personajes: Ninomiya Kazunari / Nishikido Ryo
Género: Yaoi / Romance / Vida Cotidiana / Recuerdos
Categoría: Hombre / Hombre
Extensión: Drabble
Resumen: Nishikido Ryo comienza a pensar en Ninomiya Kazunari sin razón aparente, aquello le causa algunos problemas de concentración en el trabajo.

**********************

Me aplasto el cabello, mientras me miro al espejo.

Sinceramente no es mi día, me siento agotado. Lo peor es que ayer vi algo que no debí ver. En serio, ¿Cómo se me ocurre ver a altas horas de la noche, como esos dos se coqueteaban y en frente de miles de fans? 

Me llaman para grabar y con pesadez camino arrastrando los pies. La gente me hace reverencias y me gritan que me esfuerce el día de hoy. Claro que tengo que esforzarme, es mi trabajo y amo lo que hago pero en estas situaciones, pienso que es mejor hacer lo que pueda, mientras mi ánimo no se interponga en lo que tenga que hacer. 

Los invitados me sonríen con amplitud y les hago una inclinación con la cabeza. Me siento en mi lugar, el director grita “acción” y todos se enfrascan en una conversación aburrida, mientras mi mente viaja de nuevo hasta esa persona, no puedo dejar de pensarla; desde hace 9 años que llevo esta situación, ya que no es sano ni mucho menos productivo. Cada vez lo siento más lejos de mí, veo que cualquier acercamiento a esa persona es imposible, y me dan ganas de rendirme, he pensado muchas veces en eso, pero cuando veo esa persona en TV, lo cual es casi diario, mi mente me pide a gritos que no lo haga. 

- Nishikido-san, probemos con usted – dice la invitada.

- Sí, claro – respondo, aunque no tengo la menor idea de que lo tendré que hacer. 

La invitada grita fuerte y con sus manos hace una claqueta, el invitado se acerca y me abraza. ¿Cuándo llego ahí? ¿Por qué me está abrazando?, me dice unas palabras que no puedo entender. Pero mi mente viaja 8 años atrás y la misma situación, solo que con persona diferente, con la persona que ahora quiero con toda mi alma. Las palabras que me dijo aquel día, en el último día de grabación del aquel dorama, las lágrimas que él derramaba por un amor no correspondido, el abrazo que le di para reconfortarlo, el tierno beso que me dio de agradecimiento y el inicio de mi enamoramiento. 

El invitado se tira encima mío y me asusto, no porque él está encimo mío, si no que no es la cara del invitado que veo, es la cara de él, su rostro sonriente y sus ojos brillantes. Mi cuerpo no tarda en reaccionar y tengo un problema ahí abajo, las cámaras no tardan en enfocar mi problemita que yo trato de tapar con un mano. 

El set entero estalla en risas y yo trato de disimular la vergüenza que tengo. 

La filmación termina y me retiro a mi camerino, seguro el idiota de Maruyama se sigue burlando de mí, y los demás no tardan en hacerle caso y seguirle el juego. 

Esto tiene que terminar ahora. Me está volviendo loco. Con 32 años esto es ridículo. 

Tocan mi puerta suavemente, me levanto a abrir.

Ahí parado con los ojos brillosos y jugando con los dedos, Ninomiya Kazunari, el chico del cual estoy enamorado me dice:

- Ryo, tengo algo que decirte.