jueves, 7 de mayo de 2020

Fanfic ┃ Sumergiendo al mundo en un vaso de agua (Capítulo 1)



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Personajes: Ohno Satoshi, Mamá de Satoshi, Summire (OC), Ann (OC)
Género: Romance / Vida Cotidiana / Drama
Categoría: PG13
Extensión: Serial
Resumen: Ann conoce a sus nuevos jefes y acepta el contrato con ellos a pesar de tener un pequeño altercado con Satoshi, sin saber que terminará trabajando con él.


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El contrato (Parte 1)

— Señores tenemos un gran problema -, anunciaba el recién llegado que ingresaba a la sala de juntas, donde un grupo de directivos se encontraba reunido - resulta que quien sería nuestro productor para el reciente drama que estamos planeando enfermó, por ahora está internado pero a pesar de que aún falta un mes y medio para las grabaciones, estará internado dos semanas y se le ha ordenado que descanse por los menos de dos a tres meses, en pocas palabras... - arrojó a la gran mesa de madera los papeles del fax que contenía el comunicado que estaba dando - estamos cortos de tiempo para poder encontrar a alguien que quiera venir de urgencia, leer el guión y acomodarse para empezar a grabar el mes próximo.
— Esto es grave, si no conseguimos productor a la brevedad tendremos que retrasar las grabaciones y eso no es posible, las agendas se amontonarían.
— ¡Pues debemos hacer algo ya! - habló un hombre de cabello cano dando una palmada sobre la mesa - espera - dijo con voz un tanto despreocupada al momento que se giró a su derecha - tu madre, seguro conoce a alguien ¿no? - le dijo a la persona que se encontraba a su lado.
— ¡Puede ser! Sería bueno que le llamaras y le preguntaras Ohno-kun - el chico que estaba justo en frente suyo había estado escuchando atento a cada palabra de los directivos, aún cuando tenía una mirada adormilada.
— Mmh - asintió el aludido mientras se dedicaba a sacar su móvil para hacer la llamada - le llamaré.


* tono de llamada * 

— Hijo... ¿dónde éstas?, creí que estabas en la agencia.
— Sí mamá, solo llamo para pedirte un favor.
— Oh claro dime... mm... ajá... pues... no sé hijo, todos quienes conozco están con proyectos, o en descanso.- "a ver chicos ....", el sonido de una firme voz llamó su atención — Espera amor.... - llevó su vista hacia abajo y vió una escena que ocurría en ese instante, una chica dirigía la producción de un dorama que estaba a punto de finalizar sus grabaciones, fue de su agrado lo que estaba presenciando, la forma en la que ella coordinada todo y lo hacía de manera perfecta, era excitante para su vista.— ... hijo, ¿te parece si esperas un momento y te llamo más tarde? - Cuestionó una vez volvió a su llamada, esperando la respuesta del chico, colgando en cuanto obtuvo una respuesta afirmativa.
— Bien chicos es todo por ahora, ¡buen trabajo a todos! - aplaudió mientras les felicitaba y haciendo una reverencia salió del set.
— Señorita... .digo Jefa, hay alguien que quiere hablar con usted. 
— Oh Summire me has sorprendido - hizo un ademan de tocarse en pecho riendo un poco ante el pequeño susto, no esperaba la aparición de la chica - claro ¿en dónde me espera?
— Lo siento - se disculpó la chica reprimiendo una pequeña risa - en su oficina.
— Oh, de acuerdo voy para allá. - Su oficina se encontraba bajando las escaleras, pasando un largo pasillo y doblando en la esquina hacia la derecha. Hizo aquel recorrido como cada día, estaba a punto de dejar aquel lugar al término del drama solo por unos días para tomarse un descanso; tomó el picaporte y empujó la puerta ingresando en la oficina, era una sala pequeña con un escritorio, su sillón, y un par de sofás. En uno de ellos se en encontraba sentada una señora que parecía de mediana edad, a su parecer, era un señora de rostro amable y con suaves facciones. Ann mostró su mejor sonrisa yendo a sentarse justo frente a ella. — disculpe la demora - dijo ella con voz dulce y amable - me han dicho que deseaba hablar conmigo.

— Sí, bueno más que nada quiero pedirle un favor, he visto solo un poco de su trabajo, solo han sido unos pocos minutos pero me ha interesado mucho su manera de trabajar; muy bien entonces quisiera explicarle la situación que se me presenta. - la señora se dispuso a hablar y explicarle la razón de su visita, escuchando Ann atenta a cada palabra de su invitada y después de asentir un par de veces, meditó un par de minutos en cuanto la señora hubo terminado. 
— Entiendo que es una situación urgente… a decir verdad estaba pensando tomarme un descanso, pero me parece interesante la temática del drama y he pensado aceptar su oferta. - Una emocionada sonrisa se dibujó en el rostro de la invitada.
— Entonces ¿le veo mañana por la tarde en la dirección que le di?
— Muy bien, nos vemos mañana - una vez terminada la conversación, se levantaron haciendo ambas una leve reverencia al despedirse.


Ann salió de la oficina directo a su auto para ir a su apartamento y descansar un poco después de un arduo día de trabajo, al día siguiente se preparó para salir e ir directo al edificio acordado.

— Bien, antes que nada señores he de decirles que esta persona estará disponible a partir de mañana por la tarde - hizo una pequeña pausa en donde entrelazaban sus dedos colocando sus manos sobre la gran mesa - a pesar de que la persona me ha dado una respuesta positiva, no fue del todo fácil convencerla, ella misma admitió que lo ha pesando, sin embargo aceptó casi de inmediato, aún cuando había decidido descansar durante las próximas tres semanas, pero está dispuesta a aceptar el trabajo gracias a que le ha interesado lo poco que he podido explicarle. A mi parecer es una persona eficiente y sobresaliente - se encogió de hombros - y no tengo duda que será mucho mejor en cuanto vaya comenzando y avanzado con el trabajo.
— ¡Vaya con tantos halagos ya quiero conocerle! ¿Qué esperamos? hágale pasar. 

Los puestos en las sillas estaban distribuidos de la siguiente manera, de izquierda a derecha, en la silla justo en la cabecera de la mesa el directivo, a su lado otro par de directivos y justo en medio Ohno, quien interpretará al personaje principal del drama; junto a éste más miembros de la directiva. Todos se encontraban hablando en voz alta, ante la curiosidad por la persona apunto de entrar.

— Bien, le haré pasar, disculpa - se dirigió a un chico que estaba justo en la puerta - ¿podrías por favor pedirle a la persona que esta esperando fuera que pase?

El chico asintió y sin demora abrió la puerta saliendo de la sala, buscando con la mirada en la sala de estar, una pequeña chica estaba sentada en la silla más alejada de la habitación. Se le notaba concentrada leyendo un libro que a simple vista parecía grueso y pesado, vestía un conjunto de falda y saco negros, medias de color natural y unos zapatos a tacón color negro, la observó durante un momento pensando en que le parecía una chica sexy pero seria y profesional.
Después de admirarla de pies a cabeza, se aclaro la garganta y se acercó para anunciarle que le esperaban, la chica agradeció poniéndose de pie inmediatamente, abrazó su libro junto con algunos papeles que llevaba para presentarlos en la junta; él le hizo una seña de que lo siguiera entrando antes que ella en la sala de juntas, se hizo silencio inmediato, ella tardó un poco en entrar. A pesar de que llevaba ya tiempo en el ámbito, siempre le ponía nerviosa aquel tipo de reuniones antes de cada trabajo que se le iba asignar, tomo aire y lo soltó lentamente mientras mantenía sus ojos cerrados, se alisó la falda muy a pesar de que iba impecable, la expectativa era tensa, el inconfundible sonido de zapatos a tacón rompió el silencio, la chica entró inmediatamente después del ruido que hicieron sus pasos. Todos excepto Ohno quien estaba distraído con su móvil, se levantaron de sus asientos, no tardó mucho en notar que todos los hombres estaban de pie, alzó la vista y recorrió la sala hasta llegar a la puerta mientras se levantaba también; inmediatamente fijó su mirada en la recién llegada, la admiró de pies a cabeza, no solo una,varias veces mientras ella se dedicaba a mostrar una suave sonrisa y se presentaba ante todos. 
Le saludó desde su lugar siguiéndole con la mirada mientras ella se dirigía al asiento que uno de los directivos le había ofrecido, nunca antes una chica llamaba tanto su atención, al menos no de aquella manera en que no podía, no quería dejar de verla; esa chica recién llegada le inquietaba, le erizaba la piel y sentía como su pulso se aceleraba mientras más la admiraba, una vez ella se hubo acomodado en su asiento abordaron el tema que les interesaba.

— Bien, lo que se me ha comentado es que necesitan de urgencia un productor, aunque tenia planeado descansar un poco, me interesa su propuesta y estoy dispuesta aceptarla.
— Siendo sincero, usted fue la primera persona en quien pensé para el trabajo, pero como yo tenía entendido, usted tenía programado un viaje a Corea del Sur dentro de las próximas semanas.
— ¿Así que le conoces? 
— No tengo el gusto de conocerle más íntimamente, aunque he de decir que he escuchado muchas cosas acerca de usted, en su totalidad son maravillas, para mí en lo personal es un gran honor poder contar con su presencia.





— Oh muchas gracias - sintió un leve rubor teñir sus mejillas, asintiendo después de que se aclarara un poco la garganta - en efecto, estuve pensando en visitar a alguien importante para mí en Corea, sin embargo no es urgente que vaya, puedo posponer el viaje un par de meses más, o el tiempo necesario para terminar mi trabajo con satisfacción.

El directivo principal se puso de pie, emocionado, dio un aplauso y extendió sus brazos cuan largos eran, su mirada estaba llena de euforia. 

— ¡¡Pues que estamos esperando!!... ¡no se diga más! firmemos el contrato y pongamos manos a la obra para no retrasar más las grabaciones - su voz de emoción podía escucharse fuertemente incluso fuera de la sala.
— Claro por mi esta bien, pero... - se detuvo un momento; un dejo de preocupación se dibujó de inmediato en el rostro de los presentes. 
— ¿Pero? - después de haber permanecido en silencio mientras observaba cada movimiento y gesto de la chica, Ohno decidió hablar. 
— Pero - volvió a pausar - Yo tengo mi propio equipo.
— Disculpa ¿podrías explicarte?
— Operadores de video, asistentes de audio, etc., siempre que acepto un proyecto ellos me acompañan - habló con voz firme - Sé perfectamente que en la televisora se me va a proporcionar un equipo de producción, sin embargo, sin mis chicos yo no puedo trabajar, estamos ya compaginados, somos cada uno una pieza de engranaje que mueve a la otra, he allí el por qué nuestro trabajo es impecable. - finalizó cruzándose de brazos.
— ¿De verdad? Pues déjame informarte que estamos buscando solo productor, el equipo ya esta conformado, solo haces falta tú. - Aquellas palabras le sorprendieron incluso a él mismo, Satoshi no solía comportarse de esa manera pero ella le hacía sacar ese lado suyo, de inmediato se encontró pensando en uno de sus amigos que actuaba de la misma manera en que lo estaba haciendo él - No necesitamos "productor y equipo" - continuo mostrando una sonrisa un tanto burlona, aquello molestó a Ann de inmediato.
— Entonces - habló ella, poniéndose lentamente de pie- me parece que no hay nada más que discutir aquí, por lo tanto si me disculpan, tengo un viaje que planear. - su tono era serio, firme, no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer, mucho menos por alguien tan antipático.
— ¿Ahora huyes? Siendo sincero a simple vista no me has parecido tan engreída - aún no entendía por qué se estaba comportando así con aquella chica, pero de alguna manera le sabía bien molestarle. Sintió la mirada de su madre fija en él, ella por su parte parecía saber bien el por qué de su comportamiento hacía la desconocida, le sonreía de manera curiosa mientras jugaba con sus manos, volvió a fijar su atención en la chica, quien ya se encontraba abriendo la puerta para salir, al escucharlo sin dudarlo se dio media vuelta, regresó y se colocó justo frente a él - Pero veo que no tienes poco sentido de responsabilidad y profesionalismo.

— !¿Engreida?!.. mire señor - lo dijo con tono bastante irritado, dando una palmada en la mesa para que él posara su atención en ella, no era necesario, el chico ya estaba mirándola fijamente, directo a sus ojos; aquello le hizo sentir un leve cosquilleo que interpretó como una mala sensación. - le recuerdo que aquí los necesitados son ustedes, yo he venido porque la señora aquí presente muy amablemente me lo pidió, me habló de lo magnífico que sería trabajar con ustedes, de lo bueno que sería para mí carrera, me contagio de su emoción - se apunto a sí misma con el índice derecho - ¡Yo no lo busqué!, ¡no lo necesito!, yo bien podría irme a Corea dentro de pocas semanas según lo había planeado, así que no me diga engreída, poco responsable o que no soy profesional, yo solo quería ayudarles puesto que claramente soy la única disponible y dudo mucho que puedan conseguir a alguien que trabaje al 100% dentro de un par de semanas. - su índice ahora apuntaba a la mesa y daba pequeños golpes sobre esta, terminó de hablar y dirigió una mirada a su alrededor para ver a todos los presentes antes de despedirse con una leve inclinación - señores, - se despidió de la madre de Ohno, y salió de la sala de juntas dando zancadas, con la frente en alto, sin siquiera mirar de nuevo al chico. Todos en la sala quedaron impactados por la firmeza y seguridad con la puso cartas sobre la mesa ante las palabras de Ohno.


Las risas resonaron a coro una vez la chica hubo abandonado la sala de juntas cerrando tras de si la puerta de manera pasiva.
— Pero vaya, que chica tan interesante - comentó la voz a su derecha, riendo - la verdad Ohno debes admitir que es buena y que con buenos argumentos te ganó - seguían riendo a carcajadas mientras hablaban al unísono, Ohno seguía impactado de la fuerza de la mirada de esa chica; "esto va a ser muy interesante", pensaba; una voz lejana llamo su atención con su siguiente comentario.
— He escuchado que le conocen por tener un carácter demasiado frío, firme, muy sería; rara vez hace amistad con quienes trabaja, solo lleva una muy cercana relación con los de su equipo, dicen que es inquebrantable.

Ohno sonrió levemente de lado mientras se pasaba la mano por la barbilla repetidas veces. "De alguna manera, esto me parece aún más interesante", pensó Ohno mientras le decían que iban aceptar la condición de la chica. En realidad no le importaba, aquel arranque fue solo para molestarla, justo como su mejor amigo hacía cuando una chica le interesaba, y siendo sincero con él mismo, estaba dispuesto a jugar ese juego, estaba dispuesto a probar que tan inquebrantable era ella, estaba ansioso por trabajar con ella y sacarle un poco de sus casillas; asintió y sin decir nada además de despedirse de su madre, salió de la sala de juntas.





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