Fanfic ┃ The trip to...

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Parejas: Matsumiya, Nino x OC
Personajes: Ninomiya Kazunari, Matsumoto Jun, OC
Género: Romance, Yaoi, Escolar, Amor no Correspondido, Angst
Categoría: PG13
Extensión: Drabble
Resumen: Jun está enamorado de Nino, su mejor amigo, pero hay un problema; Nino es heterosexual.
Notas de la Autora: Hola soy Fangirlwife, una fan más de Arashi. Me hago historias locas en mi cabeza, así que pensé ¿Por qué no hacer fanfics de mis amados Arashitos? (y otros XD) Espero que les haya gustado el anterior fic.
Aquí les dejo un fic con final doble. Ustedes pueden escoger cualquiera de los dos.

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- Allá voy – me grita
- Solo sal – le digo rodando los ojos

Nino sale con un traje completamente negro, y espera una respuesta mía. Lo examino de pies a cabeza y sonrío. Después de mediodía buscando por fin encontramos el traje perfecto para él.

- Bueno, no es que te quede súper bien y que luzcas increíble, para alguien como tú, está bien.
- ¿Y eso que quiere decir?- me pregunta inflando los cachetes
- Que aunque te pongas un traje hecho a tu medida, seguirás siendo tú.
- ¿Yo? ¿Y hay algo malo que sea YO?

No le respondo nada, pues claro que hay un problema que Nino sea ÉL. Y es uno muy grande. Por ser él; caprichoso, obstinado, terco, malcriado, mal hablado, tonto, atrae a la gente como miel a las moscas. Y eso aunque no quiera admitirlo me molesta, él es mi amigo. Solo mío.

- Responde, moco con pies – me dice frunciendo el ceño.
- Ya sabes, eres tú – le digo poniendo mis brazos en sus hombros – Ninomiya Kazunari – le doy un beso en la nariz.
Nino retrocede y baja la mirada.
- No hagas eso – dice tocándose la nariz
- ¿Hacer qué? – me acerco de nuevo y vuelvo a besarla
- Eso, ya basta. No lo hagas. No me gusta – Nino se mete al vestidor y me deja ahí parado demasiado confundido como para pensar.


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- No sé por qué tenías que venir – me dice mientras pasa un peine por su melena negra – puedo vestirme solo, por si no lo sabias.
- Tenía que venir – le digo acercándome, tomo su corbata color guinda y con cuidado la ato a su cuello – no sabes cómo usar una corbata.
- Claro que si
- Claro que no – termino de atarla y miro a mi amigo directamente a los ojos. Resplandecen. Y no es para menos. Hoy es nuestra fiesta de graduación del colegio.
- Gracias – me dice
- Tienes que verte guapo y bonito. Ella va estar ahí – le toco la mejilla con suavidad


Ella es una chica de nuestro salón, Nino está realmente enamorado de ella. Le ha gustado desde que cruzó la puerta de nuestro salón por primera vez. El hecho que Nino ahora lleve un traje es porque ha escogido el día de la fiesta de graduación para declararse. Y realmente no sé cómo reaccionar a esta situación. Si ella le dice que sí, lo perderé para siempre. Especialmente sabiendo que su amistad para mí ya no es suficiente.

- Ya lo sé – muerde su labio y mira al techo y luego deja caer su cabeza en mi pecho - ¿Cómo te le declaras a una chica? Nunca le hablado en mi vida.
- ¿Quieres que te enseñe? – le digo riendo – Soy un experto.
Nino asiente con fuerza y se sienta en la cama.
Cierro los ojos con fuerza, si no es ahora nunca podré hacerlo.
Me acerco y junto mis labios con los de Nino que tiene los ojos muy abiertos.

- Te amo profundamente, permíteme ser tuyo de ahora en adelante – le digo
Nino me mira, frunce el ceño y me empuja.
- ¿Porque hiciste eso? – se lleva su manos a sus labios y los limpia.
- Porque tú me lo pediste – le digo secamente – Así tienes que confesarte
Nino se levanta de la cama. Va a decirme algo, pero su hermana abre la puerta.
- Dice mi mamá que ya bajes. El carro que te llevara, no te va esperar para siempre - le dice mirando sus uñas
- Ya bajo, ahora cierra la puerta – grita Nino.

Nino aun me mira. Parece que no encuentra las palabras para decir que me vaya.
- Yo me voy, se me hace tarde para el trabajo – le digo caminando a la puerta.
- Es triste – dice Nino
- Es triste ¿qué? - mi voz suena enojada, aunque no quiero que suene así.
- Que no puedas ir a la fiesta de graduación, es muy importante para ti.
- No es gran cosa, además, sabes que no tengo dinero para comprar un traje o para pagar la cuota – le respondo de espalda.
Nino se queda callado. El silencio inunda la habitación
- Ya me voy, que te diviertas. Confiésate y no bebas mucho – antes que Nino diga algo salgo de su habitación.


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- Gracias por su compra, vuelva pronto – hago una reverencia.
- Gracias a ti, guapo.

Miro el reloj con tristeza, a esta hora Nino debe estar confesándose. Una parte de mí, quiere que ella le diga que sí. Pero otra parte, quiere que no, así podría tenerlo por un poco más de tiempo.
La puerta de la tienda suena y por instinto hago otra reverencia y cuando levanto la vista, Nino me devuelve la vista, sus ojos que siempre suelen estar llenos de energía, ahora están inundados de una profunda tristeza. Corro hacia él y al instante me abraza.

- Ella dijo que no quería estar conmigo. Dijo que no cumplía sus expectativas.
Mi corazón salta de alegría, sé que está mal, sé que debería estar triste. Pero… Eso significa que lo tendré un poco más tiempo, un poco más de esperanza.
- ¿Ella dijo eso?, pues es una tonta. Cumples todas las expectativas del mundo para ser el chico perfecto- le digo acariciando su cabello
- ¿En serio crees eso? – me pregunta
- ¡Por supuesto! – le respondo entusiasmado

Nino se separa de mí un poco, me mira y me sonríe.
- ¿Quieres emborracharte? – me pregunta con una sonrisa
- Eres un travieso – miro mi reloj - termino en 10 minutos


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- JAJAJAJA y entonces creí que era un perro, pero era un niño muy mal vestido – Nino se ríe con fuerza y sujeta su lata de cerveza
- Eres… ¡Estas muy loco Ninomiya! – le digo pegándole en su hombro
- No más loco que tu – Nino toma un sorbo de su cerveza – pero creo que eso nos hace amigos ¿no crees?
Asiento con la cabeza, estamos sentados en la despensa de la tienda en donde trabajo. La luz de la luna se cola por la ventana, es la única iluminación que hay. Nino apoya su cabeza en mi hombro.
- ¿Podemos estar así siempre? – me pregunta
- Podemos.
- ¿Nunca nos separaremos?
- Nunca.
- ¿Siempre estarás a mi lado?
- Siempre.
- ¿Aunque seamos viejos?
- Aunque lo seamos.
- ¿Te puedo preguntar algo?
- Dime, enano.
- En la fiesta estaban diciendo que no fuiste, porque no querías ver como el amor de tu vida se iba con otra persona.

Mierda, ahora no.

- ¿Y?
- Pues, me puse a pensar – dice, ¿Por qué justo ahora?
- ¿Qué pensaste?
- No puede ser ella.
- No – le digo cerrando mis ojos
- Entonces…

Levanta su cabeza, se estira un poco y besa mis labios. Luego se separa y vuelve a poner su cabeza en mi hombro

- ¿Por qué no eres una chica, J? –susurra
- No sé – le digo
- Es que yo…
- Eres heterosexual
- Si – dice suspirando


(FINAL I)


Me empiezo a reír como loco, cierro mis ojos y me llevo las manos a la cabeza.
- ¿Sabes que eso tiene solución, verdad?
Nino abre sus ojos y asiente.

Sinceramente no sé quién es el que empieza el beso. Las manitas de Nino agarran mi rostro y suspira, el beso sabe a cerveza. Yo hago lo mismo y me inclino un poco más para profundizar el beso, es increíble.
Estamos un buen rato, compartiendo besos y suspiros. Deseo que esta noche no acabe jamás, realmente deseo que no acabe.
El reloj marca las cuatro de la mañana y es cuando decido que los besos, suspiros y cervezas acaben por hoy. Caminando a paso lento, dejo a Nino en su casa, él se despide de mi con un beso, esta vez en mi mejilla y con una sonrisa hermosamente limpia en su rostro.


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No vuelvo a ver a Nino sino hasta el domingo de la siguiente semana de la fiesta, el viento despeina mi cabello y hace que esconda la mitad de mi cara en mi bufanda. Ahí está él, columpiándose como un niño pequeño. Cuando me ve, reacciona muy bruscamente y se cae del columpio. Sin poder evitarlo me rio un poco y me acerco a ayudarlo.
- No… no te había visto J. Me hiciste asustar – me dice mientras se limpia su ropa de hojas secas.
- ¡¡BUU!!- le digo y le soplo la cara. Nino cierra sus ojitos y sin poder evitarlo le doy un beso en los labios.
- No seas un aprovechado – me dice sacando la lengua
Me rio junto a él. Y comienzo a columpiarme también.
- ¿Cómo has estado? – me pregunta
- Pues bien, las cosas para la universidad ya están listas desde hace mucho. ¿Y tu maleta ya está lista?
- No sé qué llevar, hay tantas cosas que quiero traer conmigo, pero no se me ocurre nada. Tengo que llevar conmigo algo que realmente me importe mucho.
- Algo importante es la ropa, Ninomi.
- Tienes razón – se ríe y se para delante mío – Vamos a mi casa, ¡ayúdame a preparar mi maleta!


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- Ropa interior y medias – le digo
Él me acerca un puñado de calzoncillos de colores y medias verdes. No puedo evitar reírme al ver un calzoncillo de pitufos.
- Esto sí que es atractivo – le digo enseñándoselos
- Cállate, son mis calzoncillos para conquistar – hace un ademan en el aire y luego se ríe
Seguimos poniendo ropa y otras cosas en la maleta, al cabo de una hora tres maletas están listas y preparadas para ser llevadas a la facultad de Ciencias de la Universidad de Tokio.
- ¡No nos hemos demorado nada! – grita Nino y se tira a su cama
- Te lo dije

Me lanzo con él a su cama y le se voltea a verme. Sonríe y cierra los ojos. Siento como sus labios se vuelven a unir con los míos. Suspira y se acerca aún más a mí. Sus manos bajan hasta la pretina de mis vaqueros y busca desabrochar el botón, cuando lo hace sonríe.
- Te voy a decir algo – esta vez ríe – no te quiero asustar, pero me encantan tus besos – vuelve a reír
- ¿En serio? – le pregunto algo eclipsado
- Muy enserio. Los besaría por siempre. Y estoy seguro que todo tu cuerpo sabe así, de de-li-cio-so – dice cada silaba juntando nuestros labios – pero mi madre puede escucharnos, así que dejare que el tiempo me haga probarlos
Completamente tonto y feliz lo abrazo y acaricio su cabello.
- Te amo demasiado. Tonto.
- Y yo te voy a llevar conmigo en mi maleta. – me dice ocultando su cabeza en mi pecho


Compartimos besos esta vez un poco más de intensos, mientras vemos televisión. La madre de Nino nos trae pastel de fresas y lo comemos jugando un poco con la fruta. A las diez de la noche, me despido de la señora Ninomiya y Nino me acompaña a la puerta de su casa.
- Nos vemos mañana, J.
- Hasta mañana, Ninomi.
Nino voltea su rostro a todo lado, como viendo que no hay nadie, se acerca y me da un beso.
- Hasta mañana, bebé.
- Hasta mañana, precioso.
Ahora soy yo quien lo besa de vuelta. Es un beso un poco más profundo, con intercambio de saliva, choques de dientes y mordidas de labios.
- Cuando me sienta preparado, te voy a hacer el amor para toda la vida – me dice separándonos
- Cuando lo hagamos, quiero que uses esos calzoncillos de pitufo.




(FINAL II)


Nos quedamos un rato más así. Hasta que escucho un sollozo
- Ella no me rechazo – dice llorando
- ¿Qué? - lo miro
- De hecho me aceptó, pero yo… no… no podía dejarte así. No podía – lleva sus manos a su cara cubriéndola
- Eres un idiota – le grito
- ¿Qué?
- Que eres un idiota, Ninomiya. ¿Porque haces eso? ¡¡Dejaste sola a tu novia, y viniste solo a romperme el corazón más!!
- Yo no quería, no quería que te sintieras solo – Nino levanta la voz con el rostro aun con lagrimas
- Si ya estoy solo, Nino. Siempre estaré solo. ¿Te das cuenta que algún día formaras tu familia y que yo quedare de lado? - le grito – Ahora que sabes lo que siento por ti, empezar a levantar una barrera entre los dos, jamás será igual.
- Jun , escucha. No, por favor no hagas eso – Nino está llorando inconsolable – No digas eso.
Abro la puerta de la despensa.

- ¡Vete!
- Jun, por favor…
- ¡QUE TE VAYAS!
Con las lágrimas saliendo sin parar Nino se dirige a la puerta, susurra un “adiós” y desaparece de mi vida.


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- ¡¡MatsuJun!! – grita Sou
- Te dije que me llamaras, sensei – le digo
- Ya vez, Sou, te dije que tu profesor no te dio permiso para que lo llamaras así.
- Pero MatsuJun es mi amigo papá -
Reconocería esa voz hasta dormido.
- Buenas tardes, Sensei – me dice Ninomiya Kazunari



FIN